Hoy tengo un post especial porque es un post de invitado que cada vez que escribe en mi blog «sube el pan» como se dice en mi pueblo… Es Joan Marco un copywriter experto en el sector turístico que nos va a desvelar las diferencias entre un Copywriter y un redactor, qué trabajos desempeña cada uno y sobre todo cuándo contratar a uno y a otro.

Te dejo con Joan:


Conocí a Alfonso hace ya tres añitos. Casi nada. Ha llovido mucho desde que le solicité por primera vez que me dejara escribir en Innokabi.

Entonces dijo que sí, así que me estrené como redactor invitado en un blog tan cañón como este.

Diferencias entre copywriter y redactor

Tres años después han pasado cosas como estas:

  1. He cambiado de proyecto y de web
  2. Soy mejor redactor (creo)
  3. He descubierto que un copywriter no es lo mismo que un redactor
  4. Tengo menos pelo
  5. Me he mudado a Barcelona
  6. En EEUU gobierna un señor con el pelo de color naranja

Por mucho que nos apetezca adentrarnos en los puntos 4 y 6, el post de hoy está relacionado con el tercero: las diferencias entre un copywriter y un redactor. O un copy y un redactor de contenidos, lo mismo da.

Antes de listarlas, empecemos por el principio.

La falsa creencia: busco copy

  • “Hola, estoy buscando un copy que me ayude a…”
  • “¿Qué tal? Necesito un copy que me eche un cable con…”
  • “¿Eres copy? Te necesito.”

He recibido decenas de mensajes como estos. Profesionales que buscaban un redactor de contenidos que se encargara de su blog, o del blog de alguno de sus clientes… y que al pedirlo, dijeran lo de “copy”.

Ahí está el fallo: un copywriter no es un redactor, pero a día de hoy sigue sin estar claro. Y por eso estoy aquí. Trabajo de ambas cosas y vengo a mostrarte las diferencias.

Redactor en 10 palabras

Antes de meternos en las diferencias, vamos a hacer un gran resumen.

Estas palabras o expresiones se relacionan muy mucho con el oficio del redactor:

Redacción – Informar – Blog – Tráfico – Estrategia – Calendario editorial – Precio por palabra – Competencia – Económico – Palabras

Copywriter en 10 palabras

Vamos con las diez del copy:

Copywriting – Vender – Conversiones – Páginas estáticas – Persuasión – Menos económico – Puntual – Páginas de venta – Psicología – Palabras

La única que coincide es “Palabras”, y es que hay algo que es innegable: tanto los redactores como los copywriters basan su trabajo en la escritura.

 

Las 7 diferencias: ¡no podrás creerte la 5!

 

#1 Objetivos: conversiones vs informar

La primera diferencia la vemos en los objetivos de cada perfil.

Los del copywriter son las conversiones, entendiendo como conversiones cosas como estas:

  • Ventas
  • Captación de leads
  • Solicitudes de presupuesto
  • Llamada de teléfono
  • Cumplimentar formulario de contacto
  • Hacer clic en un CTA

La más notable es la venta, por lo que podríamos decir que si contratas un copywriter, estás buscando que te ayude a vender más gracias a la escritura persuasiva.

¿Y un redactor?

Un redactor te puede ayudar a muchas cosas. Estas son algunas de ellas:

  • Informar
  • Hacer marca
  • Planificar tu estrategia editorial
  • Redactar optimizando el SEO de los artículos, atrayendo así tráfico a los posts

De entre todas ellas, destacamos informar: informar de productos, servicios, ofertas, valores… De lo que sea, sí, pero siempre en el blog. Y eso nos lleva a la siguiente diferencia.

#2 Ámbito de actuación: páginas estáticas vs blog

Un copywriter escribe su copy en las páginas estáticas: en la home, en un about, en la página de venta de servicios, en una landing a la que se deriva tráfico de Facebook Ads o Google Ads (qué feo es decir Google Ads, con lo que molaba AdWords), en el contacto…

Un redactor, en cambio, juega en las entradas del blog. En los posts.

Esto que estoy escribiendo ahora mismo es un post, así que diremos que estoy haciendo de redactor.

Cuando escribí mi web, en cambio, hacía copywriting: mira un ejemplo, la landing en la que vendo mis servicios como copywriter.

#3 Plazos de trabajo: corto vs medio-largo

Cuando contratas un copy el trabajo se presupone finito. Es decir, que se acaba.

Si tras leer este post me pides presupuesto para que te escriba el copy de tu web, tardaremos más o menos tiempo pero cuando acabemos, nos intercambiaremos mails de vez en cuando para ver cómo van las conversiones… y ya está.

Es decir, el copywriting es un trabajo puntual por norma general.

Digo por norma general porque se puede alargar, claro que sí: el copywriter también es el encargado de redactar las newsletters –que son periódicas–, e incluso los hay que ofrecen su copy para las redes sociales, pero lo más normal es lo otro.

Redactor vs copywriter

El redactor, en cambio, suele tener una relación con el cliente mucho más duradera.

Supongamos que visitas mi landing de redactor (en la que he hecho copywriting para vender mis servicios como redactor de contenidos) y decides ponerme a capitanear tu blog.

En este caso no es hacerte algo puntual y ya está. No: aquí el trabajo se extiende varios meses, tantos como me quieras contratar.

Y si el cliente está contento con el redactor, evidentemente, lo normal es que ese acuerdo laboral se extienda unos meses más.

#4 Precio: picos altos vs cantidades periódicas

Si le pides a un copy que te haga una página de ventas, te cobrará X. Si le pides a un redactor de contenidos que te escriba un post de tu blog, te cobrará Y.

Salvo excepciones muy puntuales, la siguiente ecuación se cumple siempre:

X > Y

Pero no nos volvamos locos. No son dos trabajos que se puedan comparar lo más mínimo. Ni X refleja el mismo trabajo que Y ni Y el mismo número de horas que X.

Si nos vamos al mes a mes, en cambio, la cosa es distinta:

  • Un copywriter te puede hacer en un mes una landing por 300€.
  • Un redactor se encarga al mismo tiempo de tu blog, para el que habéis acordado 2 posts al mes (uno cada quince días) durante 6 meses, por los que pagarás 50€ por cada uno. Hacen un total de 100€ mensuales.

En ese primer mes, el gasto del copy es tres veces mayor. Vale.

Pero al mes siguiente, el redactor cobra 100€ mientras que el gasto del copy ya está hecho.

Y al siguiente, otros 100€.

Al cabo de tres meses, el gasto ha sido el mismo en un perfil y en el otro, y has obtenido las siguientes cosas:

  • Una landing que ya no convierte al 0,7%, sino al 2%: Exitazo.
  • 6 posts que han aumentado tu tráfico orgánico un 400%: Exitazo.

Son dos cosas diferentes, pero que te convienen de igual manera si tienes un negocio que vende online: el redactor te consigue tráfico desde el blog, deriva parte de ese tráfico a la landing que ha hecho el copy y… ¡boom!

copywriter o redactor

Conclusión: son dos servicios que se cobran de distinta manera (tanto en cantidad como en el tiempo), pero ambos tienen un valor enorme.

Antes de pasar al siguiente punto, un apunte sobre la forma de presentar un presupuesto:

  • El copywriter JAMÁS presupuesta su trabajo por palabra, sino por producto (landing, newsletter, web completa, etc.)
  • El redactor puede presupuestar su trabajo por palabra, por post o por bloque de varios posts.

Otra opción, aunque menos habitual, es que el copy o redactor en cuestión presupueste por horas.

#5 Perfil: psicología vs SEO

Si buscas un redactor por Internet, prácticamente todos te van a decir que una de sus propuestas de valor es que saben escribir de forma optimizada para el SEO.

Lo que suele querer un cliente que busca un redactor es que le escriba posts optimizados que gusten tanto al lector como a Google. Vamos, que gusten a todo el mundo: además de despertar el interés de los lectores, también deben posicionar en los primeros puestos de las SERP.

Consecuencia de ello es que a día de hoy es prácticamente indispensable que un redactor sea al mismo tiempo un redactor SEO.

La figura del copywriter está mucho más ligada a la psicología.

De hecho, la psicología es uno de los pilares sobre los que se asienta el copywriting. El saber cómo reacciona la mente ante ciertas situaciones y factores es lo que hace que el trabajo de un copywriter valga lo que vale.

Poner garantías, hablar de beneficios y no solo de características, resolver objeciones, mostrar que el proceso es simple, emocionar, atacar puntos de dolor, presentar el producto o servicio como el gran salvador a un problema del que el lector quizá no era ni consciente… Son elementos de copy que juegan con la psicología del lector para incitarle alguna reacción.

Y ojo, que jugar no es lo mismo que engañar.

Sobre engañar haré un inciso, ya que es posible que estés en este quinto punto habiéndote saltado los cuatro anteriores por eso que he dicho antes de empezar con las diferencias de “¡no podrás creerte la 5!”.

Eso se pone mucho en los títulos y sí que es engañar. A esa técnica se le llama clickbaiting y se utiliza mucho en redacción, más de lo que le gustaría a un servidor.

Antes de pasar al siguiente punto, aclarar que también hay copywriters que saben hacer SEO. De hecho, la unión del SEO y el copywriting da como resultado lo que se conoce como SEO copywriting, que es la caña: atrae tráfico y convierte, todo en uno. Pero ese es otro cantar.

#6 Competencia: muchísima vs poquísima

Este punto puede llevar confusión, pero vamos a verlo.

Muchísima competencia lo asocio a la redacción, mientras que poquísima lo relaciono con el copywriting.

¿Qué quiere decir “muchísima competencia” en redacción?

Que una empresa que venda servicios o productos por Internet tiene a buen seguro un gran elenco de competidores que también trabajan su blog.

Como todas las empresas relacionadas se dedican a lo mismo, lo lógico es que los temas a tratar sean similares por lo que dependerá de la destreza y aptitudes del redactor el obtener mejores o peores resultados que el resto de competidores.

Vamos al copy ahora: esa misma empresa, si contrata un copywriter, es muy (pero que muy) posible que sea de las primeras en su sector en decantarse por el copy como arma de marketing online.

Diferénciate con el copywriting

La razón es que el copywriting es una ciencia de origen americano prácticamente desconocida en España.

Como decía al principio, todo el mundo cree saber lo que es un copy, pero en realidad pocos son conscientes de lo que saben hacer. Hablan de copy cuando en realidad se refieren a un redactor.

Pero no: el copywriter hace otras cosas, como ya hemos visto, y afortunadamente (para mí y mis colegas) hay muuuuuuy poquitos en España. En estos momentos no creo que haya más de mil copywriters profesionales en este país.

Mil copywriters para un país de casi 50 millones que somos da para muy poquitos proyectos, especialmente cuando cada uno de esos proyectos requieren de más mimo, dedicación y tiempo invertido de lo que pueda parecer en un primer momento (luego hablamos de la investigación).

Imagina que tienes una ferretería. Si decides hacerle copy a tu web, esta va a ganar una barbaridad de enteros y a buen seguro que no se va a parecer EN NADA a cualquier web de ferreterías que hayas visto antes.

Es la magia del copy, que además de ser tremendamente efectivo también es muy escaso en las webs españolas de prácticamente cualquier sector, exceptuando quizá el del marketing online.

#7 Implicación al trabajar: más vs menos tiempo

Terminamos con algo más genérico, que es la forma de trabajar de ambos perfiles.

Con implicación me estoy refiriendo a cuánto tiene que pringar el copy en comparación con el redactor para hacer su trabajo. Podría parecer lo mismo, pero nada más lejos.

Un copywriter, para poder llevar a cabo sus labores, primero debe atosigar al cliente para conocerlo TODO sobre el producto o servicio que va a tratar de vender.

Cuando obtiene todo lo que el cliente tiene para darle, se pone por su cuenta y rastrea de arriba abajo las redes sociales del cliente y de su competencia, las webs, foros… Todo ello con el fin de obtener información, la máxima posible para hacer un copy perfecto y sin fisuras.

Para llegar a esa perfección la investigación puede llevar días. No es broma: la investigación puede ser infinita, ya que nunca se acaban los competidores de los que extraer información. Hay que saber decir basta en algún momento.

Cuando decide poner fin a la investigación, el copywriter se pone a escribir. Luego entrega el producto y bla bla bla, no nos metamos ahí, que no interesa.

El redactor, por su parte, cuando tiene que escribir sobre un tema en particular se nutre de información sobre ese tema. Para ello se lee un post, luego otro, luego otro, luego coteja la información, luego mira otro artículo similar… Y cuando está preparado, se lanza a escribir.

La preparación en ambos casos es muy diferente: el copy requiere de muchísimo más tiempo que el redactor para poder hacer su trabajo de forma excelente.

El redactor no necesita tanta investigación. Si no conoce el tema sobre el que tiene que escribir le tendrá que echar horas investigando, pero ni de lejos el mismo tiempo que un copywriter para hacer páginas de venta.

Ojo, que no quiero decir que el producto del redactor no es excelente; lo es si hay meticulosidad, comparación y acierto condensando, estructurando y aportando cosas nuevas. Pero a pesar de ello, no: el trabajo del copy conlleva más horas.

En esa diferencia de horas se ve reflejado el coste de un servicio y de otro.

En lo que respecta a la implicación del cliente, ¡ojo!, que también hay diferencias.

Si contratas un copy, te va a tocar currar. Te va a pedir información, una reunión, que rellenes un formulario, que contestes preguntas… No te va a dejar en paz hasta que te haya exprimido para saberlo todo sobre lo que te va a ayudar a vender.

Si contratas un redactor, en cambio, no te va a molestar tanto. Puede ser que te haga contestarle algunas preguntas sobre tu negocio, pero tu nivel de implicación va a ser mucho más bajo en todo momento, tanto al inicio como al final, cuando el redactor entrega sus posts.

Si estás pensando que revisar posts también lleva su tiempo es que todavía no has trabajado con un buen copywriter.

Entonces… ¿con qué me quedo?

Pues depende de lo que necesites. Ahora ya sabes de lo que son capaces ambos perfiles, pero no te lleves las manos a la cabeza: no vas a tener que contratar necesariamente un copy y un redactor por separado.

Habitualmente, el copywriter también sabe hacer redacción pero no al revés: un redactor no sabe copywriting si no se ha formado en la materia.

Las razones son evidentes: uno puede empezar a venderse como redactor con muy poquito: saber juntar vocales y consonantes es fácil, y cada vez hay menos personas sin ordenador. Que luego el producto sea mejor o peor es otra historia.

Que se quiera vender como copywriter, que ni siquiera sabe lo que es salvo que investigue, ya es otra cosa. El copy es todo un mundo. No conozco a ningún redactor que antes haya sido copywriter, pero sí a decenas de copys que antes fueron redactores.

En fin, que me voy a ir despidiendo.

Si has entrado en alguno de los dos links que apuntaban a mi web habrás visto que me dedico profesionalmente a ambas cosas, pero centradas en el mundo del turismo. Si eres del sector y has ido a pedirme presupuesto pero mis tarifas te han quitado el hipo, desde aquí te ofrezco una tercera vía:

¿Quieres aprender a hacer lo que yo hago con los cerezos mis clientes?

Pásate por Capitán Reservas y échale un ojo a la formación que imparto.

¿Te ha pasado alguna vez, eso de hablar de un copy cuando en realidad, sin saberlo, te estabas refiriendo a un redactor? ¡Te leo en los comentarios!