A veces pensamos que las Startups y emprendedores de más éxito, lo son porque tuvieron una idea genial, que lanzaron al mercado y la vendieron sin demasiado esfuerzo. Salvo en contadas excepciones, eso no es la realidad del emprendedor.
Lanzar un producto o servicio al mercado, conlleva mucho conocimiento de los clientes, del sector, de la tecnología y del marketing y conseguir ese conocimiento supone tiempo y esfuerzo.
A menudo oímos a empresarios contar su caso de éxito emprendedor, cómo lo han conseguido, cómo es su actual empresa y lo bien que va… Menos veces oímos contar experiencias dolorosas por las que han atravesado y momentos difíciles que han vivido. Y pocas veces escuchamos historias sobre fracasos.
A nadie le gusta que lo relacionen con sus errores, sus malas decisiones o malas planificaciones. Es verdad que el paradigma de estigmatizar al emprendedor que fracasa está cambiando. Cada vez, escuchamos más casos, pero contarlo, no deja de producir una sensación enfrentada: desasosiego y liberación.
En una ocasión me contaron cómo un fondo de capital riesgo americano, había desestimado apostar por un equipo de emprendedores, que al parecer tenían un buen proyecto, simplemente, porque ninguno de ellos había fracasado con anterioridad. La razón era que si no has pasado por el trámite de fracasar, no estás preparado para triunfar.
“Quizá no te des cuenta cuando ocurra, pero una patada en los dientes puede ser lo mejor del mundo” Walt Disney
A pesar de que a nadie le gusta que su proyecto emprendedor falle, en la cultura americana fracasar se ve como un aprendizaje por el que es necesario pasar. Poco a poco va calando también en nuestro país esa cultura del aprendizaje.
En otros post, hemos comentado que la carrera del emprendedor dura de media 5 años y 3 proyectos fallidos, hasta que por fin una empresa sale como se esperaba. Cualquiera no está dispuesto a soportarlo.
Te dejo aquí 4 de las principales afirmaciones, que con seguridad te llevarán a tu primer fracaso…
¿Aprender?- Eso en el colegio, aquí venimos a trabajar…
Aprender, aprender y aprender, ese es el objetivo de una Startup. Ten la mente abierta, despierta ante cualquier estímulo que te permita aprender. De cualquiera, en diferentes ambientes, en profesiones dispares, siempre se puede descubrir algo que nos puede venir bien para el futuro. Y por supuesto, aprender de los fracasos, porque aunque duelen, son las mejores lecciones si se saben aprovechar.
Un fracaso es una nueva oportunidad para aprender, para analizar qué se ha hecho mal y renacer de nuevo.
Todo el mundo falla alguna vez. Edison, fue calificado a los 8 años como un niño “estéril e improductivo. Por suerte ni él ni su familia creyeron al clarividente profesor y Edison, no paró de aprender en toda su vida, convirtiéndole en uno de los mayores inventores de toda la historia.
¿Disfrutar?- Eso con los amigos, cuando salgo de currar…
“Es mucho mejor fallar en algo que amas, que tener éxito en algo que odias”
Pocas acciones tienen tantas probabilidades de tener éxito como las que se hacen porque a uno le gustan. Buscar un cambio en el mundo, la diversión, y la autorealización son nobles propósitos para iniciar un negocio o lanzar un proyecto al mercado.
Querer “forrarse”, ser el mejor o demostrar algo a alguien, no suelen llevarnos a buen puerto, son objetivos con los pies de barro.
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La razón es porque tarde o temprano, cuando las cosas se tuercen (siempre hay momentos en ocurre) y te tienes que apoyar en tus ideales, si no son sólidos, no te ayudarán a superar las dificultades.
Se perfectamente lo que quieren mis clientes.
“No pienses en soluciones, encuentra clientes con problemas”.
La tendencia general en los emprendedores o en las personas que piensan en ideas de negocio es encontrar el invento ideal o el servicio perfecto.
¿La solución y el invento para qué? La mayoría de las empresas fracasan porque sacan al mercado un producto que nadie quiere. No es culpa del mercado, ni de la crisis, es culpa del que no preguntó antes, qué era lo quería el mercado.
Empatizar con el cliente, conocerlo muy bien, averiguar sus problemas son hechos, que te permitirán aumentar el porcentaje de éxito de tu proyecto emprendedor.
Si no te gusta mi proyecto es porque no tienes ni idea del mercado
Enamorarnos de nuestro proyecto, es un error que hemos cometido todos los emprendedores. Cuando alguien tiene el coraje suficiente para decirnos lo que piensa, generalmente, nos engañamos diciendo que no tiene ni idea del mercado, ni de la tecnología, ni del proyecto.
Cualquiera puede entender un proyecto bien formulado, con clientes concretos, una propuesta de valor bien formada, barreras de entrada altas para futuros competidores, una pizca de innovación y un modelo de negocio creíble.
Crees que si tu proyecto tiene todo eso, ¿te dirán que no les gusta tu proyecto?, entonces si te lo dicen, ¿por qué crees que es?
Quizá te falte algún ingrediente fundamental en tu pastel… para encontrarlo quizá debas modificar tu idea original, es decir pivotar. Supongo que si has intentado lanzar un proyecto emprendedor, más de una afirmación te sonará…
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