¿Has oído hablar de curar contenidos de otros autores? ¿sabes qué es? ¿te gustaría saber cómo documentarte e inspirarte en otros bloggers sin necesidad de copiar o traducir su contenido? En este post, te vamos a dar algunas claves. Para ello, contamos en el blog de Innokabi, con un autor invitado, Joan Marco.

Joan Marco, de JoanMarco.com, es copywriter y redactor especialista en el sector turismo. Abandonó su carrera de Ingeniero en Geodesia y Cartografía hace un año para dedicarse a lo que más le gustaba, que era escribir. Ahora ofrece servicios de copy, redacción y formación a empresas del sector turismo. En el post de hoy nos hablará de una de sus especialidades, «La curación de contenidos«. Os dejo con Joan…

Hola

Te voy a hablar de unas prácticas que si las personas del mundo relacionado con el marketing online tuvieran en cuenta cuando hace su trabajo, nos irían mejor las cosas a todos. Se trata de la curación de contenidos o, mejor dicho, la forma de curarlos sin perjudicar a nadie. Con todo el revuelo de la OMS sobre la carne curada –que produce cáncer, que ya no nos podemos comer un fuet sin sentirnos mal, etc.- hemos querido aprovechar la ocasión para explotar el término. ¿Oportunista? Tanto como necesario.

Allá vamos.

(Foto Restaurante Antojo)

¿Qué es la curación de contenido?

Es lo que estamos haciendo ahora mismo, mientras escribimos estas líneas. Por si no te suena el término, te lo damos masticadito:

[piopialo vcboxed=»1″]Curar contenido es coger la esencia de un contenido de una web y ponerla en la tuya[/piopialo]

¿Recurriendo al copy/paste? No.

¿Copypasteando algunas frases sí y otras no? Tampoco.

¿Dejándolo igual pero con otras palabras? Tampoco, pero la cosa se va acercando a la verdad.

¿Aportándole valor, personalidad, utilidad para el lector y material de cosecha propia? ¡Premio para la dama! –Excúsennos, caballeros-.

Cuando se cura un contenido, en el peor de los casos éste se reescribe y se le dota de una personalidad propia. Y decimos en el peor porque de ahí a hacerlo fantásticamente hay un mundo, que esperamos ayudarte a salvar cuando termines de leerte este artículo.

¿Curar contenidos es ilegal?

(Foto de Elconfidencial.com)

Si se hace bien, no. Y si se hace mal, mientras haya discreción tampoco creemos que te pase nada malo desde el punto de vista jurídico; “únicamente” se verá perjudicado tu SEO, tu imagen de marca, el posicionamiento de la competencia y tu ética, en caso de que todavía te quede tras meterte la copiada del siglo.

Seamos claros: curar contenido no tiene absolutamente nada de malo.

De hecho, es una práctica necesaria. Esto es como la vida real: ¿cuántos genios o inventores de cosas maravillosas existen? Un número finito. Dentro del mundo del contenido, no todos tenemos el privilegio de contar con los recursos lingüísticos, la imaginación, la experiencia, la motivación o el tiempo de los genios que crean desde cero y a todas horas contenido tremendamente útil. ¿Quién fue primero, la gallina o el huevo? ¿Qué blogger llegó antes? No nos atrevemos a ponerle nombre, así que nos limitaremos a darle gracias por permitirnos ascender a los demás. ¡No te sientas mal jamás de los jamases por curar contenido de otro!

¿Cuál es el mejor de los casos?

Salvo que tengas latente el genio del que hemos hablado antes, te va a tocar pasar por el aro. Pero si lo tuvieras y éste se encontrara en proceso de despertarse, leerías un par de posts sobre algún tema concreto y se te ocurriría una idea maravillosa relacionada con el contenido que acabas de ver. Esto pasa pocas veces, así que pasamos al segundo mejor de los casos.

Aquí hay que leer a conciencia uno, dos o los posts que sean relacionados con un tema. La idea general se fija en la mente del que escribe, que se pone a desarrollarla cuando su musa le inspire, o cuando no le lleguen los euros de la cuenta del banco para pagar la cuota de autónomos. La gracia y el saber hacer, y esto sí que son elementos más comunes que la grandeza o excepcionalidad, serán los responsables de que el producto final sea bueno.

Nadie notará de dónde viene, a no ser que añadas fuentes; de eso hablaremos ahora enseguida. El buen artículo se caracterizará por ser útil para quien lo lee; por estar bien escrito, adecuado a un público objetivo o por transmitir conocimiento, diversión o ganas de volver. Si ninguna de estas cosas sucede, especialmente cuando al lector le interesa el tema, es que algo no se ha hecho bien.

Si el trabajo es perfecto e inmaculado, ¿para qué poner la fuente?

Eso sí: como haya datos objetivos en el artículo, ten la delicadeza de decir de dónde salen. Y si la ética está presente en ti, aunque no te hayas copiado absolutamente nada de una web y te hayas servido de ella a modo de inspiración, también dirás de quién se trata.

Nosotros no vamos a ser menos y diremos que fueron nuestros amigos de Community Curator quienes nos han estructurado la información para que nosotros la desarrollemos a nuestra manera.

Buenas artes a la hora de curar contenido

Vamos a entrar ya en la materia propiamente dicha, que estamos a mitad de artículo y solo hemos hecho que tratar de concienciar e informar muy vagamente. Si sigues todas las buenas prácticas que vas a leer a continuación, no solo no te tendrías que sentir mal por curar contenido, sino mejor que nunca: enlazando a las fuentes originales, si tu trabajo es bueno, les estarás haciendo un favor. O dos: tanto de branding como de posicionamiento. ¡Backliiiiiiinks!

(Foto theflyper)

• Selecciona buen material, de distintas fuentes

La red es enorme, y no nos cabe en la cabeza que solo hayas encontrado un post para inspirarte. Como no sabes –o se supone que no sabes- nada del blogger que hay detrás, lo ideal sería verificar la información. Nosotros nos hemos dedicado a esto durante un tiempo y sabemos a ciencia cierta que lo que hemos cogido para documentarnos antes de escribir esto es verídico. Lo hemos experimentado nosotros mismos. De todos modos, la idea principal de esta parte es lo de las distintas fuentes.

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Sé elegante y no claves el artículo de otro. Utiliza varios. Coge lo mejor de cada casa y llévatelo a tu papel. Te sentirás mejor, no le estarás haciendo una faena al simpático que ha puesto su fabuloso contenido ahí para que todos lo leamos y quedarás de profesional, aunque esto no tendríamos ni que decirlo.

• Cita las fuentes

¡Imprescindible! Si no tienes el arte de hacer algo propio a partir de otro contenido, cita. Si tienes ética, cita. Si quieres recompensar a tu musa o muso espontánea/o por darte ideas –nos referimos al autor original-, cita. Y si le añades un anchor adecuado, ya puede venir a invitarte a una cerveza. Nosotros no lo hemos hecho con nuestra fuente principal anteriormente, pero esta vez sí que vamos a darles las gracias de forma práctica: su artículo, sobre las buenas prácticas para la curación de contenidos, nos ha venido de miedo.

Conciénciate sobre este punto, porque resulta de lo más chabacano aprovecharse abiertamente y no citar. Es el barriobajerismo puro dentro del mundo del contenido, por lo que te aconsejamos muy abiertamente que dejes de hacerlo.

• No copies nunca una estructura

Nos referimos a los encabezados. Hay gente –lo hemos visto, palabrita del niño Jesús- que copia las mismas etiquetas H2 y H3 y luego los párrafos los reescriben. Eso lo hacíamos nosotros cuando hacíamos resúmenes en el cole y el párrafo original estaba lleno de fosforito. Es poco profesional, salta a la vista y aunque los robots no lo vean, la gente puede darse cuenta y mandarte al hoyo.

• Renombra el título del contenido

Estrechamente relacionado con el punto anterior se encuentra el del título.

No tendríamos ni que ponerlo, pero allá vamos: cambia el nombre del artículo. Si alguien llega al tuyo y luego al original a través de la fuente –o a través de Google- puede que le suene. Entrará y lo comprobará, y como el asunto le olerá mal, no obtendrás una buena respuesta por su parte. Y además, le estarás haciendo un flaco favor a tu muso o musa.

• Reescríbelo todo desde cero

Es la mejor manera de no caer en la copia. Si te lees unas cuantas cosas y te pones a escribir sin tenerlas delante –excepto cuando haya cosas técnicas que no conozcas o datos que necesites saber-, mejor que mejor. Es una manera perfecta de hacer tuyo el contenido. Estará caracterizado por tu forma de escribir, por tu vocabulario, por tu tempo y por tu marcada personalidad. Recuerda que es precisamente eso lo que estás buscando.

• Selecciona bien la información

No tienes por qué curar contenido que no te guste. Nosotros nos hemos dejado una gran parte de ideas que nos han dado las fuentes al escribir esto. No nos parece que encajen aquí por nuestra forma de expresarnos o de estructurar el artículo. Haz lo mismo: selecciona lo mínimo, de aquí y de allá, y hazlo grande tú mismo. Para ello, pasa al siguiente punto.

• Mejora el contenido

Esto es lo que le da valor al artículo. Si mejoras lo existente, basándote en el contenido ya creado, puedes crear cosas maravillosas. Añadiendo contenido de cosecha propia, además, podrás meter palabras clave, a fin de optimizar tu post.

Con la mejora del contenido original te aseguras una alta respuesta por parte de la comunidad. Si lo de mi muso/musa funcionó, ¿por qué esto, que es lo mismo pero con valor añadido, no lo hará?

Para ello tienes que haber elegido bien la fuente: mira que tenga valor para el usuario, una buena respuesta en los comentarios, etc.

• No utilices siempre la misma fuente

Cuando curar contenidos sea una práctica habitual en ti, procura variar tus fuentes. Si no lo haces podrías mosquear al autor original, y no es plan de meterte en problemas. Si vas variando de uno a otro te aseguras que los backlinks que obtengan no resulten sospechosos y que no te llamen la atención.

• No copies imágenes

Imagina que fuera al revés; que eres un fantástico ilustrador que se crea sus propias imágenes personalizadas y que llega alguien y se las lleva para sus artículos. Tendrás que ir aquí y allá en Internet para denunciar que te lo han copiado, con lo que solo conseguirás que el que se la ha llevado la tenga que quitar. Tanto esfuerzo para tan poca cosa.

¡No hagas tú lo mismo!

Intenta no copiarte las imágenes y encuentra alternativas en algún banco de imágenes adecuado. Si los gratuitos no te ayudan, paga para conseguir otros que sí lo hagan. Si no quieres hacer nada de esto, o le pagas a un ilustrador para que diseñe por ti o le echas un rato al Photoshop para hacer tuya la imagen de otro.

Si por una de esas necesitaras copiarla sí o sí, especifica explícitamente de dónde ha salido, de todas las maneras posibles. Pie de foto, sobre la misma, en el texto… No dejes ninguna duda de que la elegancia es parte de ti. En este post tienes algunos ejemplos.

• No pongas no follow a los links

Si tu intención es pura, haz un do follow. Ayuda al prójimo; es la única manera de que nos vaya bien a todos juntos. La tarta que representa a todos los clientes potenciales en Internet es muy grande; tiene trozos para todo el mundo. Con el do follow estarás ayudando al que te ha ayudado a ti previamente.

Siguiendo estas sencillas reglas, serás capaz de construir un artículo propio a partir de los de otros autores. Curar contenido es sencillo, únicamente necesitas reunir elegancia, ética, inspiración y ganas. No caigas en lo fácil, que sería copiar o resumir mirando el texto original, y no dejes de agradecer a tus fuentes la ayuda prestada, aunque haya sido de forma indirecta.

Esperamos que te haya gustado el artículo. Como profesionales de esto, el hecho de que cures contenido nos gusta, y si además lo haces de forma noble, ayudando al prójimo, nos encanta. Siéntete libre de curar nuestros artículos cuando quieras, estaremos encantados de haberte ayudado.

¿Qué opinas? ¿Te inspiras en otros autores para generar tu contenido? ¿Nos dejas tu opinión?

Un saludo.

Autor: Joan Marco

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Autor: Alfonso Prim - Lanzo y ayudo a lanzar proyectos en Internet aplicando Lean Startup y herramientas de marketing online. Disfruto del creando contenidos online para el blog y el podcast y también, enviando mails donde cuento mi experiencia y aprendizajes lanzando mis propios proyectos.
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